Sociedad

Boris Johnson negó la versión sobre una dura charla bilateral con Alberto Fernández

Si bien confirmó la diferencia por el tema Malvinas, aseguró que la charla fue “amigable”. Ambos se reunieron por media hora en Alemania, en el marco del G7.

Si bien ninguna de las partes alteró la sustancia de lo conversado, el encuentro que Alberto Fernández y Boris Johnson mantuvieron el lunes pasado en Alemania encontró relatos con escenarios cambiados.

Ambos tuvieron una fuerte diferencia en torno al conflicto de soberanía por las Islas Malvinas. Y si bien, después de que Fernández hablara el lunes con los periodistas que lo acompañaron a la cumbre del G7, Downing Street y el Foreign Office difundieron un comunicado con su propia versión, en las últimas horas  se conocieron las propias palabras del premier británico.

La visión que Fernández compartió con el enviado de Clarín a la cumbre del G7, Guido Carelli Lynch, y los otros medios argentinos presentes, es distinta a la que dio Johnson a los periodistas que viajaron con él de regreso a Londres.

De hecho, a diferencia de la tensión reflejada por la delegación argentina, que entre los británicos consideran que fue para la interna de este país, el primer ministro del Reino Unido consideró que su diálogo con el presidente argentino “franco” y “amistoso”.

“Me enteré de que nuestros amigos en la delegación argentina presentaron esto como una conversación más enconada de lo que fue”, dijo Johnson en palabras textuales que refleja el diario The Independent, entre otros. “Diría que fue honesta, libre, pero me pareció amigable”, señaló e introdujo otra cuestión que aquí se desconocía: una suerte de comparación, sin ser textual sobre la situación de los ucranianos frente a Rusia con la de los kelpers frente a la Argentina.  “Hice notar que estábamos pasando mucho tiempo hablando de Ucrania, donde el principio en juego era el derecho de las personas soberanas e independientes a determinar su futuro”, dijo.

En gran parte la tensión entre ambos proviene del reclamo argentino, histórico, por la soberanía de Malvinas.

“Le planteé francamente que es muy difícil que podamos hablar de otra cosa si antes no nos sentamos a discutir sobre la soberanía. Solo le pido que cumplan con la resolución sobre Malvinas (de la ONU). El me dio su posición, que es la histórica del Reino Unido”, había dicho Alberto el lunes sobre su reunión con Johnson, que fue traducida del inglés al español y viceversa por el traductor oficial de Casa Rosada, Walter Kerr. Y estuvieron presentes el canciller Santiago Cafiero y el presidente de la Camara de Diputados Sergio Massa.

Al llegar a Buenos Aires, Cafiero relató que con «mucha verborragia» al principio de la conversación, Johnson comentó «todas las potencialidades comerciales que existen en este contexto de incertidumbre de la provisión de suministros, de energía, de alimentos, todas las potencialidades que tiene la Argentina». Y que, prosiguió Cafiero «con mucha elocuencia (el premier) hizo solo hincapié en eso, hablando primero él y cuando terminó de desarrollar toda su idea de por qué había pedido la reunión, el Presidente lo paró en seco y le dijo ‘No, no, Usted no entiende. Si nosotros no logramos avanzar en la discusión de la cuestión de soberanía sobre las Islas Malvinas, nada de toda la agenda que usted está planteando va a poder avanzar».

En el avión al Reino Unido, cuando se le preguntó a Johnson si estaba decepcionado de que Fernández mencionara el control británico de las islas en disputa, dijo a los periodistas: “Sí”, antes de decir que les había recordado que el asunto estaba resuelto.

“Solo dije que hace 40 años que el Reino Unido, a costa de sacrificar muchas vidas, había reivindicado el principio de que los habitantes de las islas Malvinas deberían tener derecho a determinar su futuro bajo los principios diplomáticos básicos y tienen derecho a ser británicos”.

Y señaló que eso «se había decidido de manera decisiva hace muchos, muchos años», y que «no» veía «ninguna razón para que participáramos en una discusión sustantiva al respecto”. Es decir, que para Johnson, la guerra había saldado la soberanía del archipiélago aunque para organismos internacionales no es realmente así.

“Hablando normalmente en mis relaciones con los líderes argentinos, tenemos una fórmula muy simple, que es que aceptamos que hay mucho en lo que podemos trabajar juntos y que el Reino Unido y Argentina en realidad tienen una gran agenda común de cosas que nos gusta discutir, ya sea los océanos, abordar el cambio climático, aumentar nuestro comercio, hay una gran cantidad de cosas que hacemos juntos”, dijo en lo que seguramente es lo que comentaba Cafiero.

“Hay un tema en particular en el que simplemente no tenemos opiniones compatibles», sostuvo según otro de los periodistas, en relación a la soberanía.

Fuente: Clarín.

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