La tarifa de agua y cloacas que pagan mensualmente los usuarios del área metropolitana de Buenos Aires a la empresa Aysa subirá 32% en dos tramos. La medida se oficializó este jueves con la resolución 91, publicada en el Boletín Oficial.
Desde el 1° de julio, el incremento será de 20%, mientras desde el 1° de octubre se sumará el restante para completar el 32%.
La suba en la tarifa del agua es la primera que se aplica desde mayo de 2019 y quedará debajo del promedio de aumentos que rigen para la luz y el gas (42% para quienes no pierdan subsidios y de 20% para los incluidos en la tarifa social).
Por eso, ya en la audiencia pública necesaria para aplicar el incremento, la presidenta de Aysa, Malena Galmarini, había adelantado que se buscaría un incremento extra antes de fin de año y avanzar en la quita de subsidios para el 10% de los usuarios de altos ingresos.
El aumento se aplicara en las tarifas del servicio de agua y cloacas de la Ciudad de Buenos Aires y 26 distritos del conurbano bonaerense.
Qué dice la resolución sobre la tarifa social
Los primeros dos artículos de la resolución detallan el aumento del coeficiente que se reflejara en las tarifas en julio y octubre, en tanto que el segundo y el tercero explican qué pasará con los usuarios cubiertos por la tarifa social.
«Aplíquese a los usuarios beneficiarios del Programa de Tarifa Social con beneficio vigente hasta la entrada en vigor de la presente medida, un descuento adicional que neutralice el efecto de la aplicación de la modificación tarifaria establecida por la presente en sus artículos 1° y 2°; dicho descuento se mantendrá hasta la fecha de renovación o cese del tal beneficio», dice el primero de ellos.
El artículo cuatro especifica que los beneficiarios que se incorporen entre el 1° de julio de 2022 y el 30 de septiembre de 2022 «un descuento adicional que neutralice el efecto de la aplicación de la modificación tarifaria establecida por la presente en su artículo 2°», el cual se mantendrá hasta la renovación o cese del beneficio.
Además, se estableció “suspender por cinco años el cobro del cargo por instalación del medidor a aquellos usuarios de todas las categorías que soliciten la modalidad de facturación medida, conforme los planes y presupuesto aprobados”.
También exime del cobro por conexión a los usuarios que pidan la modalidad de facturación medida y readecuen sus instalaciones internas para ser abastecidos de forma independiente, por un lapso de cinco años.
“Lo dispuesto en el presente artículo sólo alcanzará a las unidades funcionales pertenecientes a edificios subdivididos en propiedad horizontal o régimen análogo, abastecidos mediante una o más conexiones de forma indivisa, existentes a la entrada en vigencia de la presente resolución y no será aplicable a nuevas construcciones”, aclara el texto oficial.
Estas especificaciones refieren a que gran parte de los medidores se encuentran en el Gran Buenos Aires, en los hogares, algo distinto a lo que sucede en territorio porteño, donde los medidores suelen ser por edificio.