Estudiantes dilapidó en cinco minutos todo lo bueno que venía haciendo en el partido. Un gol de cabeza y una infracción que terminó en penal fue mucho para un león que sintió la ausencia de Leandro Díaz. En el tramo final descontó Godoy pero al pincha no le alcanzó. No entró Zapiola.
Cinco minutos le alcanzaron a Estudiantes para dar un paso en falso y perder el invicto en la Liga Profesional. Apenas cinco minutos para sumar desconcentraciones y recibir dos goles, que le terminaron por costar la derrota por 2-1 ante Independiente. El rojo, que se refugió y lo aguantó, celebró la victoria con tantos de Leandro Benegas y Leandro Fernández.
Estudiantes venía de menos a más. Después de un tibio comienzo el equipo de Ricardo Zielinski levantó su nivel y merecía la apertura del marcador. Pero en el fútbol no existen los merecimientos e Independiente, aprovechando dos equivocaciones, golpeó en momentos inesperados.
El comienzo del fin se inició al minuto 6 del complemento cuando Alex Vigo recibió por la derecha y envió un centro que conectó de cabeza Leandro Benegas. La pelota superó la línea de Mariano Andújar y el rojo, sin buscarlo, se encontró en ganancia.
La siguiente equivocación llegó al minuto 8 cuando Fabián Noguera se tiró al piso para trabar un remate y se llevó puesto la figura de Benegas. Hernán Mastrángelo no dudó y rápidamente marcó el punto de penal. Pese a la revisión del VAR, el fallo no se modificó y Leandro Fernández con un remate rasante venció a Andújar para el 2-0.
El pincha encontró el descuento al minuto 37 cuando Mauro Boselli tocó para Emmanuel Más, el centro buscó el segundo palo y ahí apareció Leonardo Godoy para conectar y celebrar el gol. El VAR buscó una posición adelantada, pero después de revisar se convalidó el tanto. Estudiantes lo fue a buscar en el tramo final y hasta lo buscó con el ingreso de Luciano Lollo para ganar de arriba.
El rojo se refugió, lo supo aguantar y sumó tres puntos ante un león que pagó caro por la ausencia de Leandro Díaz y que se dio el lujo de guardarse en el banco a un virtuoso como Franco Zapiola.