Nación

Detuvieron a una nena de 10 años en Santiago del Estero por no llevar barbijo

La madre denunció que la tuvieron 50 minutos en un calabozo sin avisarle a la familia. El comisario argumentó que solo quiso “asustarla” para que tomara conciencia. El caso se suma al largo listado de avasallamiento a los derechos del niño en esa provincia.

Una polémica situación tuvo como protagonista a una nena de 10 años que había acompañado a su prima al banco en la localidad de Brea Pozo, de Santiago del Estero. Por descuido, Érika se olvidó de llevar su tapabocas y en el camino se cruzó con un policía. Después, pasó 50 minutos en calidad de aprehendida en un calabozo.

Según expuso más tarde la madre, ese fue el tiempo que demoró el comisario en informarle la situación a la familia, según difundió el sitio Visión Santiagueña. E incluso, cuando la mujer fue a buscar a su hija, no la liberaron sin antes obligarla a firmar un acta.

Aunque el jefe policial, Adrián Argañaraz, intentó justificarse y les dijo a los padres de Érika que solo la quería “asustar, para que tome conciencia”, la indignación fue incontenible y así se vio reflejado en el posteo que la mamá subió a las redes sociales.

“Diez años tiene mi niña, traumada de por vida, firmando su libertad. Ni los oficiales que se encontraban ahí podían creer lo que hacía el jefe, nadie sabía como proceder, nos quería hacer firmar mentiras que él mismo inventaba y con amenazas quiso detener a mi esposo” relató la mujer.

Con el correr de las horas, la familia de la menor buscó asesoramiento legal con la abogada y concejal de Juntos por el Cambio, Belén Pinto, quien los acompañó a radicar una denuncia contra el policía en cuestión por violencia institucional y abuso de autoridad, que recayó en la fiscal Jesica Lucas.

“Estos abusos no pueden seguir ocurriendo, aquí se ha cometido una doble impericia, violándose primero los derechos humanos, y por otros los de una niña. La mala aplicación de la cuarentena ha desnudado algo que lamentablemente siempre ocurrió, que es el abuso por parte de un sector de las fuerzas policiales que se cree dueño de la vida de las personas”, expresó Pinto en diálogo con los medios locales.

El drama de Abigail

La cuarentena sacó a relucir acaso las actitudes más crueles del ser humano con la excusa controlar su cumplimiento para contener el avance del coronavirus. Otra víctima de esta situación fue Abigail Jiménez, una nena santiagueña de 12 años con cáncer de huesos que debió ser cargada en brazos por su padre para atravesar el límite entre Santiago del Estero y Tucumán.

No los dejaban cruzar, no había ambulancias para mandarles y no aparecía tampoco la autorización del Comité de Emergencia que les exigía la policía. Fue entonces cuando, después de esperar casi cinco horas con la nena en una crisis de llanto, el padre la levantó a upa y empezó a caminar, mientras su esposa lo grababa con su celular.

La situación parecía no poder ser todavía más desesperante, pero en ese momento uno de los oficiales se dirigió a ella y sus palabras fueron otro golpe inesperado. “El comisario me mandó a educar a mi hija, me dijo que tenía que enseñarle a respetar”, reveló con indignación.

Fuente: TN

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