Será solicitado por familiares de víctimas de femicidio y Casa María Pueblo.
El proyecto ya fue aprobado por unanimidad en la Legislatura bonaerense y la casa del múltiple femicida había sido expropiada en 2012 para ese fin, pero sólo resta que el Ejecutivo deposite el monto fiscal de la sucesión para poder transformarla en un espacio para luchar contra el machismo y la violencia de género.
El 15 de noviembre de 1992, en la casona de 48 entre 11 y 12 de La Plata, Ricardo Barreda mató con disparos de escopeta a su esposa Gladys McDonald (57), a su suegra Elena Arreche (86) y a sus dos hijas Cecilia (26) y Adriana (24). Por ese múltiple asesinato, en 1995, fue condenado a prisión perpetua.
La vieja casa de dos plantas, ubicada en la calle 48 entre 11 y 12, en pleno centro de la capital provincial y en donde el odontólogo mató a sangre fría a su familia, fue expropiada 20 años después: El Senado bonaerense, por unanimidad y con carteles que mencionaban a las victimas de femicidio, aprobó el tan esperado proyecto presentado por Gabriel Bruera.
Pero con el correr de los años, mediante juicios entre el femicida y el fisco bonaerense, el inmueble que iba a ser transferido a la municipalidad de La Plata para instalar un centro de capacitación y prevención contra la violencia de género quedó bajo litigio judicial y la iniciativa nunca avanzó.
Por otro lado, se debía abonar el monto fiscal para efectuar la expropiación, cosa que no sucedió debido al entrecruzamiento de conflictos legales, que resultó interminable. Barreda intentó por todos los medios quedarse con la vivienda.
“El día de la expropiación, entramos a la casa con permiso de la Jueza, funcionarios de la Gobernación y de la intendencia. Entré a recorrer la casa también como autor intelectual del proyecto de ley y del Centro de Referencia y Lucha contra la Violencia de Género que debía construirse allí. Fue una experiencia muy fuerte e impactante entrar al lugar por primera vez luego de 20 años de cometido el horrendo crimen”, explicó a este medio Dario Witt, el referente de la ONG Casa María Pueblo, que trabaja codo a codo con los familiares de víctima de femicidio.
Witt recordó que Barreda había quedado como heredero universal, y participaba de la sucesión. Pero, luego de una campaña realizada por la ONG y los defensores de los familiares de las víctimas, se declaró “indigno”. La sentencia fue dictada el 1 de diciembre de 2014 por el juzgado Civil y Comercial de La Plata 17 que explicó que la “exclusión de herencia” es por “una causal objetiva de indignidad”, prevista en el artículo 3291 del Código Civil.
Este lunes se dio a conocer la noticia de la muerte de Barreda, quien vivía en un geriátrico de José C. Paz y atravesaba graves problemas de salud. Tras su deceso, familiares de víctimas de femicidio insisten en avanzar con el proyecto para poder resignificar la casona donde ocurrió el brutal asesinato y utilizarlo para el bien común.
“Queda depositar el monto fiscal de la sucesión y ya estaría en condiciones de tomar posesión del bien y hacer este centro de prevención, donde tenemos pensado que funcione un ateneo, se brinden charlas y capacitaciones sobre violencia en cuestión de género”, explicó el referente de Casa María Pueblo, quien además aclaró que “es el único lugar del mundo en donde se expropió un bien de un múltiple femicida para resignificarlo y transformarlo en un lugar de lucha contra la violencia de género”, “Estamos esperando que ese dinero sea transferido”, expresó.
Desde la ONG y junto con los defensores de los familiares de víctimas y otras organizaciones sociales como la UTEP, esperan mantener un diálogo con la ministra de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad, Estela Díaz, y con el gobernador, Axel Kicillof. “Es un proyecto que está listo para avanzar, al igual que otras iniciativas, pero por desgracia la pandemia frenó todo el trabajo que veníamos haciendo”.
La casona está ubicada en pleno centro de la Capital de la Provincia, a 150 metros de la Suprema Corte de Justicia y a dos cuadras de Plaza Moreno. “Es un lugar estratégico”, explicó Witt, quien también desmintió la noticia que circuló y que expresaba que la vivienda de Barreda iba a quedar en manos Casa María Pueblo: “la expropiación se da con fines de utilidad público. Es mentira que se va a otorgar a ninguna institución privada”.
En ese sentido, explicó que la vivienda “no sirve para refugio porque está en pleno centro. Pero sí es un lugar que sirve para la formación y promoción de derechos, para la capacitación y para generar un espacio de debate profundo en la sociedad el machismo, patriarcado y todo lo que abarca la compleja problemática de la violencia de género”.
Fuente: Classique